Por Diego Heredia, PSol Alta Gracia
Es repudiable el accionar de la Municipalidad de Alta Gracia, que pintó de blanco los murales de la memoria en Plaza Mitre, pisoteando la expresión de una comunidad que no olvida. Llenaron ese espacio de tristeza a partir de una actitud negacionista. El Estado no puede ni debe actuar así.
Es preocupante que alguien haya dado la orden, y que además alguien haya procedido a borrar los murales como si estuvieran eliminando una mancha en un espacio público. La falta de cuidado es alarmante, porque se podría haber profundizado una relación, en este caso con el Colectivo Paravachasca por la Memoria, para la intervención de los murales. Sin embargo, desde el municipio decidieron avanzar como si quisieran borrar con pintura blanca las luchas de años, con un altísimo grado de insensibilidad y soberbia.
A días de la sentencia de un nuevo juicio por delitos de lesa humanidad, donde como sociedad volvimos a ratificar nuestro compromiso con la memoria y con nuestros 30 mil desaparecidos, resulta inentendible esta acción.
Urgen, entre otras cosas, capacitación y sobre todo conciencia en la Municipalidad. Nuestra ciudad necesita que haya cambios profundos en sus políticas vinculadas a Derechos Humanos. Es imprescindible que el intendente Marcos Torres dé ese giro rotundo el 1º de marzo en la apertura de sesiones legislativas, y empiece a cambiar la historia municipal de los últimos años. Hechos como éste son inadmisibles y las respuestas deben estar a la altura.
Porque un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro, hay que acabar con el negacionismo. Recordamos nuevamente a nuestras vecinas y vecinos desaparecidos y gritamos con fuerza: ¡Nunca Más!