Desde la Secretaría de Derechos Humanos del Partido Solidario de la provincia de Córdoba expresamos una profunda tristeza por el fallecimiento del joven Valentino Blas Correas, y una honda indignación por las circunstancias de su asesinato.
Como militantes de la vida, como defensores de los Derechos Humanos, no podemos callar la intranquilidad y el enojo que nos provoca esta nueva herida a toda la sociedad reflejada en la muerte, a manos de las fuerzas de seguridad, de Valentino Blas Correas, y nos preocupa que sea otro eslabón en una cadena que no muestra su final. Por eso repudiamos la violencia institucional ejercida por los miembros de la Policía de Córdoba que cometieron otro atroz homicidio cuando balearon el automóvil en el que viajaba con sus amigos tras la supuesta evasión de un control policial.
Es imprescindible que el gobernador Juan Schiaretti y el Tribunal Superior de Justicia, como responsables de dirigir y controlar a las fuerzas de seguridad, tomen la decisión correcta, concreta e inmediata de poner en funcionamiento mecanismos que construyan una Seguridad con Derechos Humanos basada en la protección de la vida misma.
Franco Sosa (asesinado el 23 de abril), Gastón M. (asesinado el 3 de junio, y en el mismo acontecimiento herido de gravedad Ariel V.), Alejandro A. (herido de gravedad el 12 de junio), José Ávila (asesinado el 4 de julio) y, ahora Valentino Blas Correas (asesinado el 6 de agosto), son víctimas de la perversión de la violencia institucional. Víctimas cuyas vidas y cuyos futuros fueron truncados y no podrán repararse y que, a sus familias y a toda la sociedad, seguirán doliéndonos y exigiendo que hagamos algo para que no se repita como un modo complejo de persecución, criminalización y hostigamiento.
En la coyuntura de la pandemia el control del cumplimento de medidas sanitarias ha quedado en manos de las fuerzas de seguridad y se ha generado un recrudecimiento del abuso y la arbitrariedad policial que existe en forma latente desde hace años, no existiendo ningún tipo de control político ni judicial que lo revierta.
La democratización de las fuerzas de seguridad, la reforma institucional de las mismas y su instrucción en políticas de Seguridad con Derechos Humanos son prioridades urgentes en la agenda de nuestra provincia, ya que estas prácticas violentas naturalizadas van más allá del accionar individual porque responden al paradigma con que estas fuerzas fueron pensadas hace mucho tiempo y es hora de repensarlas y reconstituirlas.
Desde esta Secretaría enviamos nuestro más sentido abrazo a la familia de Valentino Blas Correas. Y por todo lo expuesto exigimos que termine la impunidad para que la violencia institucional no se lleve ni una sola vida más.
JUSTICIA POR VALENTINO BLAS CORREAS.