Por Eduardo Fernández
Durante la semana, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner participó del acto de inauguración de un nuevo edificio del Hospital de Niños Sor María Ludovica en La Plata junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof. Allí dejó declaraciones importantes, principalmente en materia de salud pública, donde planteó algunos ejes fundamentales para el análisis actual.
En primer lugar, manifestó la necesidad de “no politizar” la vacunación y la pandemia con fines electoralistas. La situación planteada es que una gran parte de la oposición, sin la responsabilidad de gobernar y sin propuestas conducentes, motoriza a partir del odio un discurso irracional que busca estigmatizar cualquier acción que realiza este Gobierno para cuidar la salud de todas y todos.
En segundo lugar, Cristina celebró la llegada de nuevas vacunas, con una campaña excepcional que también vienen llevando adelante los distintos distritos en todo el país, y que lograron que haya más de 13 millones de personas vacunadas en el país, al menos con la primera dosis.
Por último, la Vicepresidenta también habló de la necesidad de trabajar en una reforma del sistema sanitario, algo que reforzó la ministra de Salud Carla Vizzotti, que señaló que se están realizando reuniones con sindicatos, obras sociales y el sector privado para analizar cómo mejorar el sistema de salud.
Una salud integrada
El Gobierno nacional, desde la asunción de Alberto Fernández en diciembre de 2019, se propuso recuperar la salud pública, duramente golpeada por el macrismo que degradó el Ministerio y lo transformó en Secretaría, entre otras acciones que fueron deteriorando el área. A ello se sumó que hay provincias donde el sistema sanitario estatal viene desfinanciándose constantemente, como es el caso de Córdoba.
En ese marco, el ministro del Interior Wado de Pedro, la titular del PAMI Luana Volnovich y la ministra de Salud Carla Vizzotti trajeron a nuestra provincia 124.800 dosis de vacunas contra el Covid-19 que serán destinadas a fortalecer el plan de vacunación y entregaron diez respiradores y otros insumos para reforzar el sistema sanitario cordobés.
Sin embargo, si pensamos en los desafíos actuales, es claro que no alcanza toda la inversión realizada porque afrontamos una pandemia con un sistema sanitario que necesita superar el fraccionamiento en el que se encuentra, y para eso el rol del Estado es fundamental en el camino hacia una mayor integración entre los sistemas públicos y privados para construir un sistema de salud más equitativo.
Además, es importante pensar la gestión de Gobierno en clave sanitaria, porque para mejorar la salud de la población no alcanza solamente con mejorar la infraestructura sanitaria. En esta línea, Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud de nuestra historia, destacaba que “el mejor plan de salud es agua corriente y cloacas”.
En sintonía con este pensamiento, hace una semana dimos media sanción en Diputados a la Ley de Zonas Frías, que permitirá que millones de usuarias y usuarios paguen entre un 30 y un 50 por ciento menos la factura de gas natural. En el caso de Córdoba, ese número es de unos 650 mil usuarios. Cabe recordar que a esta acción se suma la sanción de la emergencia tarifaria, con un gran ahorro para la población que accede al servicio y que tiene una relación directa con la posibilidad de pasar inviernos de una manera más digna.
También hay que mencionar los planes de vivienda, los de ampliación de redes de agua y de cloacas, y la infraestructura en general que apuntan a mejorar las condiciones de vida de las y los argentinos, recuperando el tiempo perdido durante un gobierno neoliberal que se endeudó de una manera espectacular, para enriquecer a pocas personas.
Los desafíos que tiene este Gobierno parten del compromiso tomado con la ciudadanía en campaña. Mejorar las condiciones de vida es apostar a la salud y al trabajo. Las vacunas nos brindan la esperanza de terminar esta situación cuanto antes, sin embargo, necesitamos seguir cuidándonos y profundizando la inversión del Estado, para que los sectores populares y medios dejen de pagar la crisis.