Por Eduardo Fernández | Diputado Nacional por Córdoba | Presidente del Partido Solidario Córdoba
El Frente de Todos se encuentra en un proceso de reorganización política en Córdoba. Luego de las elecciones que nos permitieron mantener una banca en la Cámara baja y donde no pudimos cumplir el objetivo de mantener un escaño en senadores, necesitamos planificar de manera estratégica el camino hacia el 2023.
Más allá del resultado y de las autocríticas que podemos seguir ensayando, es evidente que estamos frente a un panorama político complejo, que nos obliga a redoblar esfuerzos. Debemos trabajar fuertemente en la construcción de una orgánica con bases sólidas, y fundamentalmente con propuestas locales que compitan y puedan tener mayor presencia en la vida comunal y municipal de cada lugar de Córdoba.
Para ello, tenemos que avanzar en esa opción provincial de la que venimos hablando desde hace algunos meses, que debata la situación regional y de cada localidad, que elabore propuestas, que proponga opciones electorales de peso y que colabore con la construcción de una agenda política popular y progresista para aliviar las desigualdades sociales que sufre el pueblo cordobés desde hace años.
Crece desde el pie
Podríamos seguir profundizando en los problemas que tiene la provincia tras más de dos décadas de gestión de Hacemos por Córdoba, que se suman a las gestiones que hizo el radicalismo con anterioridad, sin embargo, hay puntos que urge resolver, y donde debemos orientar los esfuerzos.
Uno de los ejes a abordar es la grave situación económica y social, el desempleo y el subempleo, que derivan en una gran desigualdad. Es imperioso salir de la reprimarización de la economía a la que nos llevó Hacemos por Córdoba y apostar al trabajo y la producción. También debemos hacer frente a la crisis ambiental actual y a la dura situación sanitaria.
En esta línea, en la provincia hay múltiples experiencias de espacios de organización colectiva que vienen promoviendo proyectos políticos en defensa del ambiente, que generan experiencias laborales colectivas, que brindan asistencia socio comunitaria y que militan la ampliación de derechos y la reducción de la brecha de desigualdad.
Tenemos como desafío converger en un movimiento político que pueda brindar contención a cada experiencia política que busca una provincia más justa, equitativa y solidaria, con un esquema democrático y plural de toma de decisiones, que tenga como prioridad resolver las urgencias que tiene nuestra población.
En esa misión no podemos ser sectarios ni excluyentes, todas las personas que busquen cambiar la realidad en la que vivimos tienen que sumarse a esta propuesta, que hacia 2023 debe tener un horizonte claro, que es el de debatir la política provincial y el de ayudar a fortalecer los proyectos electorales en cada localidad.
Es sumamente importante generar estos debates en cada región, para que alimenten la visión general provincial. También es fundamental dar mayor protagonismo a las y los dirigentes que vienen desempeñándose con firmeza y con una amplia vocación en sus lugares de militancia, y que vienen cosechando respetos y adhesiones de sus comunidades en el trabajo diario.
Siento la responsabilidad de trabajar en la consolidación de un espacio político provincial bajo estas premisas. Estas últimas semanas del año deben servirnos para reorientar los objetivos, organizarnos, y para convocar a cada vecino y vecina en la tarea de poner a Córdoba de pie de una vez por todas, con un proyecto que incluya a las mayorías.
