Debatir modelos, no internas

14/08/2021
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Por Eduardo Fernández

La elección legislativa de este año, como lo hemos mencionado en reiteradas oportunidades, es fundamental para el futuro del país. Estamos frente a dos caminos, donde debatiremos dos modelos que vienen en disputa desde hace años en Argentina. Por eso, es una falacia hablar de una interna del peronismo cordobés. Los nombres que nos representan, dirigentes comprometidos con este Gobierno, son quienes tienen la misión de conducir este proceso electoral para fortalecer el proyecto.
Con sus contradicciones, el Frente de Todos es el espacio desde donde podremos sentar las bases para una transformación que nos permita seguir avanzando en derechos, poner en crisis prácticas socio económicas desiguales, y caminar hacia una lógica de redistribución de ingresos que posibilite devolverle la dignidad a cada argentina y argentino.
En este sentido, Córdoba necesita legisladores comprometidos y comprometidas con la producción y el trabajo, como motores de la recuperación nacional. Las recetas que proponen Juntos por el Cambio y Hacemos por Córdoba , son conocidas por toda la ciudadanía, porque han atentado contra el empleo y han fomentado la desigualdad y nos llevaron a grandes niveles de pobreza, tal como lo señalan distintos indicadores públicos y privados.

Fortalecer el trabajo
Según datos suministrados por el Gobierno de la Provincia de Córdoba, en nuestro distrito hubo una fuerte caída del empleo registrado en la industria manufacturera durante el macrismo. Cabe mencionar que desde el segundo trimestre de 2020 , hay una leve recuperación en este indicador, luego del comienzo de la pandemia y de la aplicación de las primeras políticas del Estado nacional para apuntalar a las PyMEs.
Tras los cuatro años de Juntos por el Cambio al mando del Ejecutivo nacional, Córdoba tuvo un balance negativo de diez mil empleos industriales registrados menos, causado por la fuerte pérdida de poder adquisitivo de los salarios y las políticas que llevaron a un verdadero pymicidio, tal como lo denunciamos distintas cámaras empresarias hace algunos años, cuando aún no había pandemia.
El problema del schiarettismo no sólo es la complicidad y el silencio ante tal desastre, sino también el proceso de reprimarización de la economía que viene experimentando y promoviendo, que atentó visiblemente contra el empleo. Esto puede observarse en la evolución presupuestaria de la última década, aunque también lo podemos analizar mirando los datos recientes y los escasos recursos de emergencia destinados al comercio y la industria.
En este último ítem, durante la emergencia del Covid–19, el Gobierno que encabezan Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner aportó a Córdoba a través de distintos programas más de 27 mil millones de pesos. A eso hay que agregar los programas para PyMEs por más de 72 millones de pesos, y para industria, economía del conocimiento y gestión comercial externa, donde el aporte supera los 2.100 millones de pesos.
Es imposible, como algunos dirigentes se encargan de sostener, obviar que en el alza de puestos de trabajo registrados en materia industrial las políticas nacionales fueron fundamentales con el aporte de distintos programas y recursos económicos. El latiguillo de esos dirigentes acerca de la defensa de Córdoba es una falacia, también en materia de empleo.
Defender a Córdoba es defender el trabajo, y defender el trabajo es continuar la senda de la recuperación económica y profundizar las políticas que apuestan a la reactivación de la economía a través de la reconstrucción del mercado interno.
En Córdoba, la lista del Frente de Todos cuenta con representantes que militan en el sindicalismo, en el cooperativismo, o dirigentes que trabajan a diario en la gestión con un fuerte sentido social. Ellos y ellas son la garantía de este proyecto que, en lo productivo, viene construyendo las bases para lograr la vida que queremos.