Democracia o Laocracia

29/10/2013

En las escuelas aún se enseña que “demo-cracia” significa gobierno del pueblo. Sin embargo, en la antigua Grecia, de donde viene el concepto, “demos” nunca significó “pueblo” en general sino sólo los ciudadanos, es decir, los que poseían títulos de propiedad en la polis, en general varones nobles. Las mujeres, niños, campesinos, extranjeros, esclavos… no eran “demos” sino “laos”. Y nunca existió una “laocracia” en aquellos lares.

En los albores del siglo 21 vemos algunas naciones que se presentan como paladines de la democracia pero son asiento del 1% más rico del mundo, que disfruta del 75% de los bienes disponibles en el planeta, mientras que el 99% restante apenas goza del 25% de las riquezas. Evidentemente, estamos en una democracia perfecta: los que poseen título de propiedad del mundo deciden, disponen y mandan por encima y hasta en contra del resto. Para sostener tal posición hace falta todo un aparato represivo, ejércitos, y sistemas de poder que subyuguen a las mayorías. Pero a diferencia de los siglos 18 y 19, el imperialismo internacional no explota las riquezas físicas del mundo sino que establece un sistema de apropiación de esa riqueza por medio de abstracciones monetarias amparadas en fantasmas jurídicos. La fórmula corporaciones financieras-petroquímicas-narcotráfico es la que sostiene la trama del poder en el siglo naciente amparada, como sostiene Walter Moore[1], en las 7 falsas libertades del liberalismo: Propiedad privada de la tierra, Libertad de Comercio, Libre cambio monetario, Libertad de Prensa, Sociedades Anónimas, Contrato Social y Libertad de Navegación. Sólo así podemos comprender el odio que generan en nuestras minorías cipayas y oligárquicas el odio contra las democracias latinoamericanas que han decidido corregir la antigua definición, incorporando lo nacional y popular. Y sólo así podemos entender el silencio que guardan para no mostrar las protestas sociales en España, Francia, Italia, Grecia o EE.UU. por nombrar algunos. Resulta indignante ver escenas como la de los ricos de Wall Street brindando burlonamente con champagne desde sus balcones a los okupas que marchaban por esa emblemática calle de Nueva York el año pasado[2].

Por eso, al cumplir 30 años de democracia ininterrumpida, apostamos por un sistema más cercano a la “Laocracia” que al antiguo gobierno de los “propietarios”. Apostamos por la participación social que empodera a mujeres, niños, trabajadores, campesinos, desde una economía solidaria, centrada en las necesidades de las mayorías y no en lujos de pocos. No podemos seguir esperando que Cristina haga el trabajo que debemos hacer nosotros. Ella y Néstor han mostrado marchar delante en muchos aspectos, cual auténticos líderes populares. Pero hay una generación que nació y creció con la democracia. A ellos hay que seguir animando a construir instituciones cooperativas, que tomen la palabra y la acción ocupando los espacios que este gobierno generó. Un auténtico gobierno del pueblo no está exento de equivocarse, de tener sus límites, pero será siempre mejor que el gobierno de los especialistas formados en las escuelas del norte, que ordenan y distribuyen para pocos matando a muchos. El SUR ofrece un nuevo horizonte: el de un pueblo (laos) que se anima a construir con las herramientas de esta política que sirve a las mayorías, un nuevo sistema, con olor a pueblo, con alegría en los pies y solidaridad en las manos. Como vemos: aún resta muchos por hacer. Es hermoso vivir este tiempo tan protagónico para los que queremos trabajar. ¡Fuerza Cristina! ¡Vamos por más!

 

[1] http://www.nacionalypopular.com/index.php?option=com_content&task=view&id=21207&Itemid=208

[2] http://es.sott.net/article/9664-Wall-Street-se-burla-de-los-indignados

 

Junta Ejecutiva Provincial, Partido Solidario Córdoba