Por Alicia Clérico | Vicepresidenta del PSol Córdoba | Vicepresidenta de la Coopi
En vísperas de la fecha patria del 25 de Mayo, acontece lo necesario y oportuno. El Gobierno nacional muestra el cartel de “PARE”.
Por un lado, mediante un DNU con consenso con los gobernadores provinciales, decreta un confinamiento por 9 días con medidas orientadas a detener la alarmante segunda ola de contagios de Covid, impedir la saturación del sistema de salud y, así, garantizar la atención de los ciudadanos que la requieran. Claro que era necesario, las medidas anteriores en busca de frenar la cadena de contagios no habían dado los resultados esperados. Las reuniones sociales, las fiestas clandestinas, el relajamiento en aplicar las medidas preventivas (uso de barbijo, distanciamiento, ventilación de ambientes) no tuvieron el rigor que debían de tener. El transporte no cumplió con las expectativas. La educación se debatía entre la virtualidad y la presencialidad y no afinaba sintonía si el problema presencial garantiza en demasía los “no contagios” porque la movilización para la concurrencia de los alumnos a la escuela es parte del problema.
Mientras tanto se avanza con el plan de vacunación que con la inminente llegada de millones de vacunas hacia fin de mes podría alcanzar a más población vacunada.
Vacunas y en casa, asistencia social a los sectores más castigados y la búsqueda de frenar el incremento en los precios de los productos de la canasta alimentaria sería el objetivo a cumplir. Si bien se trata de maniobras espurias de algunos grupos formadores de precios, entre ellos el precio de la carne. Entonces, aparece la vaca y la necesidad del otro “PARE” a las exportaciones por 30 días, algo para revisar profundamente, pues, exportamos a China de tal manera que aumenta la producción y como consecuencia esos precios internacionales inciden en el precio del consumo interno. Mientras que la lógica diría que a mayor producción y demanda de exportación deberían disminuir los precios de la demanda del consumo interno. Entonces, algo anda mal (la subfacturación, la evasión y otros ingredientes) hacen que el beneficio de algunos conspire en desventaja de muchos.
En los próximos días empezaremos a ver los resultados que desde mi punto de vista y desde un análisis llano y cotidiano, aspiro a que vayan en línea al camino trazado, el de hacer todo el esfuerzo con medidas contundentes para poner a Argentina de pie.