Por Eduardo Fernández
El miércoles 14 de julio presentamos la coalición del Frente de Todos Córdoba, con casi una decena de partidos que conformaremos la estructura con la que el proyecto que encabezan Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner buscará que nuestro distrito aporte legisladores y legisladoras que defiendan los intereses provinciales en el marco de un modelo inclusivo y solidario de Nación.
Convencidas y convencidos del camino a seguir, los presidentes de los partidos políticos de nuestro Frente comenzamos a reunirnos desde hace algunos meses, sosteniendo diálogos diversos, para organizar la estructura con la mayor amplitud posible. En nuestra provincia, estamos ante una oportunidad muy importante, donde podemos ampliar el número de legisladoras y legisladores del Frente de Todos.
La pandemia y la crisis heredada del gobierno pasado nos han enseñado que todas y todos los que queremos superar la delicada situación del país debemos hacerlo de manera mancomunada, con aportes constructivos y conducentes. No hay lugar para la especulación electoral en la tarea de poner de pie a Córdoba y a la Argentina. Por eso sostenemos que la dirigencia política tiene una responsabilidad enorme, y más aún en el contexto histórico que estamos atravesando.
Frente a una oposición que se expresa basada en el odio y la deslegitimación de la política, es fundamental propiciar la discusión de ideas. Incentivar el debate nacional, es la base para ampliar el diálogo y fortalecer un proyecto que tiene como objetivo devolverle la dignidad a gran parte de la ciudadanía. Sobre la esperanza, cimentaremos la reconstrucción de un país inclusivo.
La tarea militante
Creemos en un proyecto solidario, de salida colectiva, donde la crisis no la paguen siempre los mismos, pero no podemos negar la difícil situación que atravesamos como sociedad y como Gobierno, con sectores del poder concentrado presionando para continuar el rumbo que había comenzado el macrismo.
La tarea de recuperarnos de esos cuatro años de gobierno neoliberal requiere de mucha paciencia y de un compromiso ineludible con los sectores más castigados. Frente a ello, tenemos como militantes del campo nacional, popular, democrático y feminista, una responsabilidad enorme para debatir la orientación del único Frente que puede lograr una transformación en el plano social y político.
Para cumplir con esos objetivos, en Córdoba se nos demanda aún mayores esfuerzos, no sólo por los alarmantes datos en materia económica basados en los índices de pobreza y desocupación en comparación con el resto del país, sino por la dispersión en la que se encuentra el campo popular.
Tenemos que profundizar en una unidad con los sectores de la producción y el trabajo. Las y los trabajadores organizados, las y los pequeños y medianos empresarios, los pequeños productores agropecuarios y los sectores que vienen realizando un trabajo socio–productivo y socio–comunitario, son las y los actores claves de esa unidad popular.
La conformación de este frente amplio, diverso y plural, es sólo un primer paso. Necesitamos mejorar la organización de base, y allí debemos discutir la orientación de nuestro espacio con este sentido, promoviendo candidatas y candidatos que representen los intereses de los sectores de la producción y el trabajo, como camino para la reconstrucción argentina.